Debido a que un motor de combustión no puede ponerse en marcha por sí solo, es imprescindible contar con un motor de arranque, también llamado starter, para que el vehículo pueda circular. Los fallos en su funcionamiento pueden deberse p.ej. a que las conexiones estén dañadas, a interruptores magnéticos defectuosos o un sistema de piñón de engranaje dañado.