El factor que más influye en la vida útil de las pastillas de freno, de las zapatas, de los discos y de los tambores es la corrosión interna y externa (oxidación). Estos productos deberán almacenarse en espacios cuya temperatura no sea superior ni inferior a las condiciones climatológicas europeas (entre -10°C y 30°C).
Se recomienda realizar una comprobación visual cada 3-5 años.
Todos los materiales de fricción deberán comprobarse visualmente tras haber transcurrido el periodo de tiempo mencionado por si hubiera corrosión. Si no se percibe corrosión, podrán almacenarse otros 3-5 años. Tras este tiempo deberá realizarse de nuevo otra comprobación visual.
Si hay una leve corrosión sobre la superficie de la pastilla, no es algo grave y suele desparecer tras las primeras frenadas. Si en una pastilla o en una zapata de freno se detecta una fuerte corrosión y las medidas mencionadas no resultan efectivas, deberá desecharse el producto debido a que ya no es apto para el montaje.
Los discos de freno revestidos de HELLA están protegidos frente a la corrosión de manera duradera gracias a su especial revestimiento. Los discos y los tambores de freno sin revestimiento van recubiertos con una película de aceite y van embalados en plástico, lo que resulta ser una excelente protección frente a la corrosión hasta el momento de su montaje. A pesar de ello, deberá realizarse una comprobación visual cada 3-5 años. Si se percibe una ligera corrosión sobre la superficie, no es algo grave y suele desaparecer tras el montaje al realizar las primeras frenadas.
Sin embargo, si se ha formado corrosión en la superficie de la pieza donde se asienta el cubo de la rueda, quizá deberá desecharse dependiendo del alcance de los daños ocasionados.
Para almacenar los productos mencionados anteriormente, HELLA recomienda las siguientes condiciones:
Indicación de seguridad importante
No ayuda en absoluto
Muy útil