El Taller todoterreno con corazón
Si hubiera sido por su padre y por su profesor en la escuela de formación profesional, Sandra Wibbe nunca se hubiera convertido en mecánica de coches. Sin embargo, ella siempre tuvo las ideas muy claras, y ya de jovencita le gustaba apretar tuercas y tornillos en los coches. ¡Lógicamente estudió y se formó para ser mecánica de coches! En 2006 asumió la dirección que le legó su padre y dirige desde entonces su Taller, que emplea a 2 mecánicos más, y, por supuesto, a su lado está su madre, que se ocupa de la gasolinera y de la instalación de lavado. ¡Una auténtica empresa familiar!
"Taller con corazón"
El Taller Wibbe, fundado en 1983, está situado en la ciudad de Mantinghausen, en la zona este de la región de Westfalia, entre Lippstadt y Paderborn.
"Corazón de Westfalia" es la manera en que Sandra Wibbe y su madre saludan a sus clientes. "Para nosotras, nuestra empresa es un Taller con corazónporque nuestros clientes aprecian nuestra cordialidad. Intentamos encontrar una solución a cada problema para que nuestros clientes siempre vuelvan".
Por supuesto, en su carrera profesional Sandra Wibbe ha tenido que enfrentarse una y otra vez a los habituales clichés. Por ejemplo, cuando el cliente quiere hablar con "el jefe" y no con "la jefa". "Sin embargo, en general este tipo de situaciones son cada vez menos habituales", aclara Sandra Wibbe sonriendo, ya que se toma todo esto con mucho humor.
Aunque los Talleres gestionados por mujeres siguen siendo algo singular, a Sandra Wibbe no le preocupa.
Ella tiene los mismos retos que los demás Talleres de automóviles.
La jefa del Taller debe enfrentarse a diario a los mismos problemas a los que se enfrenta cualquier otro Taller de automóviles. "Igual que nuestros competidores, todos los días debemos luchar por sobrevivir", nos cuenta Sandra Wibbe. Cada día es todo más exigente debido a la creciente complejidad del sector, y por ello constantemente se les plantean nuevos retos. La formación continua, realizada de manera periódica, también forma parte de su negocio.
Y algo más: "Cada vez con más frecuencia nos encontramos con que las reparaciones de los clientes, incluso de piezas tan importantes para la seguridad como los frenos, empiezan en casa, es decir, que las detecta el propio cliente; por ello recomendamos que vengan a vernos enseguida y les ayudaremos". Incluso en estas situaciones, Sandra Wibbe mantiene la cabeza fría.
Como "proyecto de futuro" tiene la idea de organizar un curso práctico de conocimientos del automóvil pensado para mujeres. Empezaría con el control del nivel del aceite, pasando por el cambios de neumáticos hasta llegar al puenteado de un batería descargada; con ello quiere aumentar los conocimientos y las habilidades técnicas de las mujeres.
"Mis chicos me apoyan en todo"
El hecho de que el jefe sea una mujer es algo muy natural para sus empleados; Sandra Wibbe está convencida de ello. "Tengo un equipo excelente a mi lado y sé que mis chicos me apoyan en todo".
Hoy en día, el 50% de sus clientes son mujeres, según sus cálculos. "Las mujeres, y también los hombres, se atreven más a hacernos preguntas técnicas", opina la jefa del Taller.
Su corazón es para los vehículos más nuevos.
Para Sandra Wibbe, en el plano privado, un automóvil debe ser, sobre todo, funcional, y debe tener espacio suficiente para sus cosas y para sus dos perros. Ella no es la típica fan de los vehículos antiguos. Sin embargo, hace una excepción con su "Escarabajo", que ha sido restaurado con mucho amor. Su corazón ha sido conquistado por este coche, que ya tiene 20 años, y que es a la vez un soporte publicitario para su Taller; cuando lo conduce se le ilumina el rostro con una sonrisa.