Es difícil predecir el futuro. En los años 50, por ejemplo, se pensaba que en un futuro no muy lejano los coches serían propulsados por cohetes, o al menos por energía nuclear. 70 años después, sabemos que es muy probable que nunca se lleguen a conducir turismos con un reactor nuclear bajo el capó. Y, tal y como están las cosas hoy en día, también es muy poco probable que los coches que circulan por nuestras carreteras lleguen a ser propulsados por cohetes. Lo que sí podemos afirmar es que: la movilidad seguirá cambiando. Y en los talleres mecánicos de automóviles del futuro las innovaciones seguirán sorprendiendo.
Dos de las grandes tendencias que cambiarán la industria del automóvil junto con la conducción autónoma y la electromovilidad son la denominada «inteligencia artificial» y la «realidad aumentada». Y ambas tienen el potencial de provocar un cambio a largo plazo en el trabajo de los talleres.
Con la realidad aumentada, por ejemplo, son posibles formas completamente nuevas de trabajar en la vida cotidiana de los talleres. Pero, ¿qué es la «realidad aumentada»? La definición es un tanto complicada: «Realidad aumentada» (RA) es el término utilizado para describir la representación informática que amplía el mundo real para incluir aspectos virtuales. Algunos ejemplos de la industria automovilística muestran lo que puede llegar a ser la realidad aumentada: algunos fabricantes de automóviles ya han empezado a ofrecer las instrucciones de uso de sus nuevos modelos como aplicación para smartphone. De este modo, los propietarios de vehículos pueden explorar su coche de forma interactiva: al mover el smartphone sobre el salpicadero, se obtiene información sobre la función y el manejo directamente en la pantalla del smartphone, que complementa la imagen del salpicadero en el smartphone. Por decirlo de algún modo, el mundo real y el virtual se fusionan.
Esta tecnología también se está utilizando o ya se ha utilizado en algunos talleres mecánicos independientes. Con unas gafas de realidad aumentada (RA) especiales, los especialistas en mecatrónica de vehículos pueden consultar, por ejemplo, a expertos especializados a través de centros de atención telefónica técnicos: los expertos pueden ver todo lo que los usuarios de gafas de realidad aumentada tienen a la vista en su pantalla, y pueden darles instrucciones o consejos en un diálogo en tiempo real e incluso mostrar marcadores o vídeos en los monitores de las gafas inteligentes para guiarles hasta su objetivo en caso de procesos de montaje complicados.
Especialmente en una época en la que la tecnología de los vehículos es cada vez más compleja, la realidad aumentada podría contribuir de forma importante a la eficacia del trabajo en los talleres independientes en el futuro. Mediante instrucciones de trabajo específicas y guías paso a paso podría instruirse a los técnicos cuando se enfrentan a trabajos difíciles.
La inteligencia artificial (IA) también podría revolucionar el trabajo en los talleres. La asociación alemana Deutsche Automobil Treuhand ya ha mostrado cómo podría hacerse algo así. La DAT ha desarrollado una herramienta de análisis de daños por accidente y desgaste totalmente asistida mediante inteligencia artificial (IA).
Una aplicación especial en el smartphone guía a los usuarios a través del proceso: En el primer paso, se incluye la identificación del vehículo, por ejemplo mediante el reconocimiento de la matrícula o el número de bastidor. A partir de las fotografías que los usuarios han tomado con su smartphone y subido a la aplicación, se analizan automáticamente los daños. A partir de ahí, la inteligencia artificial reconoce automáticamente las partes de la carrocería correspondientes, incluidos los daños. En cuanto se identifican estos daños, el sistema realiza un cálculo inicial del alcance de la reparación basándose en la base de datos de vehículos DAT.
Pero el sistema no puede sustituir al perito, subraya la DAT. Sin embargo, el sistema basado en la inteligencia artificial podría complementar los conocimientos técnicos y agilizar los procesos.