La extensa gama de productos de HELLA ofrece cuatro líquidos de frenos de uso individual que optimizan la seguridad del vehículo:
con el tiempo, el líquido de frenos absorbe agua de las mangueras, las juntas, etc., con lo cual desciende el punto de ebullición, lo que afecta al rendimiento de los frenos. Por ello, es importante controlar el líquido de frenos de manera periódica y cambiarlo, como muy tarde, cada 2 años. ¡Utilice solo el líquido que aparece indicado en su cuaderno de servicio o en el depósito de expansión! Por regla general se aconseja utilizar el líquido que haya recomendado el fabricante del vehículo.