El sensor de NOx consta de una sonda y una unidad de control, conectadas entre sí como una unidad a través de un mazo de cables. Esta unidad de sensor se instala en el conducto de escape y se utiliza para detectar los óxidos de nitrógeno en la corriente de gases de escape.
El sensor de NOx es un componente importante del sistema de tratamiento de los gases de escape para la reducción de NOx que se utiliza en los vehículos diésel con sistemas SCR (reducción catalítica selectiva) a base de urea. El sensor permite cumplir con los estrictos valores de emisiones de la Norma Euro 5. Así, el sensor de NOx garantiza una dosificación óptima de AdBlue a través del sistema del motor y, por tanto, una reducción eficaz de los óxidos de nitrógeno, perjudiciales para el medioambiente.
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