Aplicación
Cuando la rueda polarizada comienza a girar, genera una señal
Los sensores de velocidad de la rueda van montados directamente sobre la rueda motriz, conectada con el cubo de rueda o el eje de trasmisión. La clavija polarizada, que se encuentra rodeada por una bobina, está unida a un imán permanente, cuyo efecto magnético llega hasta la rueda polarizada. El giro de la rueda motriz y el cambio de diente e intersticio entre dientes vinculado a éste, produce la modificación del flujo magnético entre la clavija polarizada y la bobina. Este campo magnético cambiante induce en la bobina una corriente alterna medible (imagen derecha).
La frecuencia y la amplitud de esta corriente alterna se encuentran en relación con el número de revoluciones de la rueda. Los sensores inductivos pasivos no precisan de un suministro de corriente aparte a través de la unidad de control. Dado que el ámbito de la señal para la detección de la misma queda definida por la unidad de control, el ratio de la amplitud deberá moverse dentro de un rango de tensión. La distancia (A) entre el sensor y la rueda motriz está determinada por la construcción del eje (imagen izquierda).
Datos técnicos | |
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Diámetro del sensor | 16 mm |
Temperatura de servicio | de -40 °C a +125 °C |
Resistencia a las vibraciones | Sí |
Peso | 60 g a 220 g |
Conexión eléctrica | Casquillo |