Los faros eléctricos de los coches son un ejemplo fascinante de innovación tecnológica en el sector automovilístico. Sus raíces se remontan a principios de los años 30, cuando comenzó la difusión de la luz eléctrica y empresas como HELLA desarrollaron productos pioneros como los faros antiniebla y la luz de curvas. Pero la historia de los faros y las luces traseras como iluminación del automóvil se remonta aún más atrás. Mucho más lejos.
Desde hace más de un siglo, los faros y las luces traseras acompañan a la humanidad en sus desplazamientos nocturnos. Desde las simples lámparas de velas hasta las tecnologías LED y OLED de última generación, la tecnología de la iluminación ha evolucionado de forma fascinante. Este desarrollo no solo ha mejorado la seguridad y la eficiencia de los vehículos, sino que también ha ampliado las posibilidades de diseño. En 2024, HELLA, empresa pionera en iluminación para automóviles, celebra su 125 aniversario, una ocasión ideal para echar la vista atrás y recordar los hitos de la tecnología de iluminación.
La historia de los faros y las luces traseras se remonta a la década de 1890, cuando los primeros automóviles aún estaban equipados con lámparas de acetileno o aceite. Estas lámparas eran sencillas y funcionales, pero solo proporcionaban una cantidad limitada de luz y su uso no siempre era seguro. La Westfälische Metall-Industrie Aktien-Gesellschaft (WMI) de Lippstadt, conocida actualmente como HELLA, pronto desempeñó un papel importante.
Fundada en 1899 por Sally Windmüller, la empresa se especializó en la fabricación de bocinas de pera y lámparas de vela y parafina para carruajes. El nombre HELLA se registró por primera vez como marca para una lámpara de carburo para vehículos en 1908. Curiosamente, las lámparas de vela y parafina fueron uno de los primeros productos de la fábrica de linternas para bicicletas y carruajes fundada ese mismo año.
La historia del desarrollo de faros en HELLA se caracteriza por numerosas innovaciones que han revolucionado la iluminación del automóvil. HELLA empezó a introducir los primeros faros eléctricos en 1908. Esta innovación se amplió en 1915 con el desarrollo de las primeras luces de cruce, que mejoraron notablemente la seguridad de la conducción nocturna.
La era de los faros eléctricos comenzó en los años 30 con la creciente difusión de la luz eléctrica. Ya en 1930, se desarrollaron los primeros faros antiniebla e incluso la luz de curvas.
En 1957, HELLA recibió la homologación para faros con distribución asimétrica de la luz. En la década de 1960, se desarrollaron los primeros faros halógenos, que ofrecían una eficacia luminosa significativamente mayor y una vida útil más larga que sus predecesores. Las lámparas halógenas se convirtieron rápidamente en la norma y dominaron la iluminación del automóvil hasta finales de los años 90.
En 1971, HELLA lanzó al mercado las primeras bombillas H4, que se utilizan aún hoy en los vehículos nuevos. El primer proyector DE se introdujo en 1983, seguido del reflector de forma libre en 1988, que permitía una distribución más precisa de la luz.
La introducción de los faros de xenón en la década de 1990 supuso un importante salto tecnológico. Las lámparas de xenón, también conocidas como lámparas HID (descarga de alta intensidad), ofrecen una luminosidad excepcionalmente alta y una temperatura de color significativamente mejor en comparación con las lámparas halógenas. Esto mejoró significativamente la visibilidad y la seguridad al conducir de noche. La primera serie de faros de xenón HELLA entró en producción en 1992 y, solo cinco años más tarde, se presentaron los prototipos de faros bixenón.
La era de los faros LED comenzó a principios del nuevo milenio. Los LED (diodos emisores de luz) se caracterizan por su eficiencia energética, durabilidad y versatilidad. Se caracterizan por susdiseños innovadores y pueden iluminarse en distintos colores, lo que ha revolucionado el diseño estético y funcional de los vehículos.
En 2008, HELLA presenta el primer faro totalmente LED en el segmento de los turismos. En 2010, se presenta el primer sistema de faros de xenón con cámara y límite claroscuro adaptativo. El primer faro con función de luz principal LED para el segmento de los camiones llegaría en 2012. En 2013, HELLA lanza los primeros faros matriciales LED con luz de carretera antideslumbrante.
Otra innovación en la iluminación de vehículos son los OLED (diodos orgánicos emisores de luz), que ofrecen increíbles posibilidades de diseño personalizado. Los sistemas de iluminación inteligentes, que permiten un control aún más preciso de la luz, aumentan la seguridad gracias a una luz adaptativa que se ajusta a las condiciones ambientales. La luz láser como luz de carretera adicional, impensable hace unas décadas, ya es una realidad.
Los llamados «front phygital shields» de HELLA son especialmente interesantes. Como parte del frontal del vehículo, combinan elementos físicos y digitales e integran diversas funciones, como iluminación, sensores y pantallas digitales, en un único elemento. De este modo, en el futuro será posible mostrar pantallas digitales e información que sean visibles tanto para el conductor como para personas ajenas al vehículo. Esto puede ser útil, por ejemplo, para mostrar el estado del vehículo, la información de carga para coches eléctricos o advertencias.
Está claro: desde que existen los faros, las luces traseras y los intermitentes, la conducción no solo es más segura, sino también más cómoda. Las nuevas tecnologías de iluminación aumentan tanto la visibilidad y la seguridad como el bienestar del conductor. Por último, las temperaturas de la luz de los faros LED pueden incluso hacer que la conducción resulte menos cansada.
La historia de los faros de los automóviles es un viaje fascinante desde las simples luces parpadeantes hasta los sistemas de iluminación más complejos y eficientes. A lo largo de estos 125 años, HELLA ha contribuido significativamente a este desarrollo con innovaciones que han ampliado los límites de lo posible. Mientras esperamos la próxima generación de tecnología de iluminación para vehículos, la importancia de unos sistemas de iluminación seguros y eficientes sigue siendo fundamental para el futuro de la movilidad.