Los sensores de calidad del aire detectan contaminantes, como el monóxido de carbono o los hidrocarburos no quemados, y transmiten la información a la unidad de control del sistema de climatización del vehículo para su procesamiento. El sistema de climatización del vehículo puede utilizar los datos del sensor de calidad del aire para controlar de forma independiente y óptima diversos parámetros, como la temperatura interior, la posición de la compuerta de recirculación o la velocidad del ventilador.